FLUIDEZ VERBAL

Cuando hablo de fluidez verbal me refiero a la capacidad del niño de decir elementos de una determinada categoría lo más rápido posible. En concreto, es una fluidez verbal semántica.

Es una actividad que trabaja muchos aspectos: el primero de todos, es la comprensión. Primero el niño tiene que comprender en qué consiste la tarea. Después, se trabaja la capacidad de saber qué elementos pertenecen a una categoría o a otra (clasificación semántica), velocidad de procesamiento (el tiempo que tardamos en buscar la información en nuestro cerebro y recuperarla para transformarla en expresión oral), la capacidad para discriminar los que ya hemos dicho de los que no...

Podemos aumentar la complejidad de esta tarea eligiendo bien la categoría de elementos que vamos a pedir al niño. Por ejemplo, para un niño puede ser muy sencillo pedirle que nos diga animales, pero será más complejo pedirle que nos diga flores.

Este tipo de ejercicio es usado en algunos test de evaluación del lenguaje para ver la competencia lingüística de los niños.

¿Cómo trabajarla?

Ponemos en nuestro cronómetro 1 minuto y vamos contando el número de elementos que nos dice el niño. Cuando termine el tiempo, le damos algunos ejemplos nuevos que podría haber dicho. Si lo practicamos diariamente, notaremos avances al respecto. Es importante anotar el número de elementos que es capaz de decir para ver si vamos mejorando cada día.

Comenzamos trabajando por categorías sencillas:

- Animales, comidas, ropas, medios de transporte...

- Cosas que podemos encontrar en la cocina, en la calle, etc.

Más adelante, vamos aumentando la complejidad:

- Herramientas, profesiones, muebles...

- Cosas que podemos encontrar en un huerto, cosas que sirven para arreglar un coche...

Aquí os dejo una ruleta que he creado online para que podáis empezar a jugar con elementos sencillos.